Racionalidad Escolapia: una manera calasancia de pensar

ninos jugando
En el primer Foro Escolapio de Investigación, organizado por el ICCE, abordamos el tema de una "racionalidad escolapia", preguntándonos si la perspectiva calasancia nos da a los escolapios, en cuanto educadores, una manera específica de pensar la realidad.
Así las cosas, un grupo de educadores escolapios, bajo la guía del P. Alejandro Solórzano, Sch.P, dedicamos una jornada a reflexionar este asunto en la comunidad del Juniorato San José de Calasanz de Bogotá.
Como conclusiones, al preguntarnos por las características de una forma de pensamiento, que aun teniendo en común el rigor y la criticidad con todo esfuerzo honesto por pensar la realidad, pretende tener un carácter específico, planteamos lo siguiente:

Cuando los escolapios tomamos consciencia del esfuerzo que supone pensar la realidad desde las opciones de Calasanz, esta dinámica intelectual se caracteriza por:

Buscar una manera de incidir en la trasformación de la realidad, en procesos personales y sociales.

La dimensión comunicativa, que está en la base de toda dinámica de enseñanza-aprendizaje.

Investigador juntos, en esfuerzos colectivos, con la convicción de que, precisamente juntos, somos creadores de una escuela siempre nueva.

Investigar desde la realidad y las problemáticas de los niños y las niñas, especialmente pobres, involucrándolos, en la medida de los posible, a estos proyectos de investigación.

El proceso de pensamiento es concebido incluyendo una dinámica de observación, que permite también escribir y enseñar.

El "Modelo Formativo Escolapio", que recoge los aspectos esenciales de la espiritualidad calasancia, es el punto de partida de una forma escolapia de reflexionar, investigar y pensar.

Los elementos esenciales del MFE (discernir la "interna inclinación" o guía del Espíritu Santo, prevenir y curar el mal, y liberar las potencias interiores) le dan estructura a nuestra manera de pensar.

El horizonte educativo, en su complejidad, posibilidades y alcances, es el horizonte hermenéutico por excelencia, desde donde el escolapio ejerce los dinamismos de su racionalidad.

El propio conocimiento del que habla Calasanz, no sólo es un principio de sabiduría espiritual, sino también una forma de situarnos con honestidad en la realidad.

Es una racionalidad auto-implicativa que tiene en cuenta los propios dones, talentos, aptitudes y capacidades, y centros vitales de interés.

Nuestra racionalidad tiene una clara intención: que los niños y jóvenes crezcan en todas las dimensiones de su personalidad y maduración humana (Calasanz, inspirado intérprete de los signos de su tiempo, creó una escuela nueva, primer modelo en la historia de educación popular, integral y cristiana, como medio para liberar a los niños de la esclavitud del la ignorancia y el pecado, Constituciones de las Escuelas Pías, 2).

Daniel Toro, Sch.P
Asdrúbal Muñoz, Sch.P
Jaime Caraguay, Sch.P
Daniel Cuesta, Sch.P
Rubén Plata, Sch.P
Alejandro Solórzano, Sch.P